jueves, 13 de enero de 2011

Sincerándonos

Después del primer post me gustaría dar una visión un poco más real de mí. Y es que, aunque la frasecita "es lo que tiene" siempre me hizo bastante gracia, en realidad, la utilizo poco, o menos de lo que debería. Porque está bien cuando no te quieres mojar (o cuando te has perdido en la conversación, cosa que me ocurre con frecuencia) pero, normalmente, me gusta mojarme. De hecho me gusta demasiado, a veces más de la cuenta.

Por ejemplo, alguien me dice "Mi novio/novia y yo hemos roto". Mira que es fácil decir, simplemente, "¡Vaya, qué putada!" (o, ¿por qué no? "Es lo que tiene") Pero, claro, el novio en cuestión es un gilipollas y es la ocasión ideal para decir "Vaya, me alegro, porque nunca me cayó bien". Te das cuenta de que has metido la pata cuando te miran con cara de sorpesa y pena a la vez mientras te preguntan "¿¿¿¿Ahh noooooo, y por qué no????". Mejor no seguir contestando.

Aunque claro, si te mojas, te mojas. Unas veces la cagas y otras no. De hecho, Anniehall, la instigadora de este blog, y yo nos empezamos a hacer amigos a raíz de un "Nunca me cayó bien" sobre su exnovio, poco después de la ruptura. En realidad dije bastantes más cosas. No me guardé nada.

Puede que sea porque soy paisano de una chica que trabaja en una óptica o por otro motivo, pero reconozco que me gusta decir lo que pienso y me gusta decirlo claro. E igualmente me gusta que me hablen claro.

No obstante, aunque me guste, tampoco voy de justiciero por la vida, repartiendo verdades a diestro y siniestro. Decir la verdad es algo que cuesta y que suele traer consecuencias, a menudo desagradables. De hecho, en mi tierra, la gente es tan sincera que no es raro que algunos, aún siendo familia, acaben a guantazos o dejándose de hablar por decirse lo que piensan. Por eso, después de fastidiarla unas cuantas veces por bocazas, intento, aunque no siempre lo consigo, reservar la verdad, sobre todo si no es agradable, sólo para quien la merece.

En resumen, para decidir si digo la verdad o no, intento aplicar el siguiente algoritmo:


aunque, con frecuencia, me sale este otro:


¿Qué le voy a hacer?, soy ingeniero y soy castellano. Es lo que tiene.